El 3 de julio es un día particular en el calendario capuchino, ya que es la fecha de la Bula pontificia “Religionis Zelus” (3 de julio de 1528) por la cual se le dio entidad eclesial a la reforma capuchina, hace 489 años.
Son nuestra familia Capuchina las hermanas contemplativas Clarisas Capuchinas, Clarisas Capuchinas Sacramentarias, Clarisas de la Adoración perpetua, Monjas Capuchinas de la Tercera Orden;
Son nuestra familia espiritual las hermanas y los hermanos de Congregaciones agregadas a nuestra Orden, afines a nuestra espiritualidad, muchas de las cuales han sido fundadas o acompañadas por capuchinos;
También los laicos son parte importante de nuestra familia: en primer lugar las fraternidades de la OFS asistidas por capuchinos, y también los numerosos movimientos, instituciones y ONGs que inspirados en nuestra tradición espiritual realizan los más variados servicios.
Por eso el 3 de julio, nos encontraremos como familia, para:
Agradecer a Dios en la oración común o la celebración de la Misa, los dones recibidos en nuestra familia espiritual, haciendo memoria de nuestros iniciadores y fundadores;
Compartir fraternalmente el dialogo y el almuerzo o una merienda, poniendo de relieve nuestra identidad de hermanos y hermanas, comunicándonos nuestra realidad actual y tareas;
Proyectar algunos pasos simples a fin de aumentar nuestra relación, proponernos colaboraciones o informarnos de nuestros proyectos;
Cada convento, cada fraternidad, cada lugar concreto, es el espacio donde dar vida a esta simple iniciativa de mantener vivo el don de ser Familia, adaptándose a las diversas realidades, incluso buscando una fecha más adecuada si es necesario, pero sintonizando una misma frecuencia de comunión y reciprocidad.
Gracias por recordarlo, para celebrar agradeciendo!
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