domingo, 4 de noviembre de 2018

Bajo la protección de la Virgen de Czestochowa


La experiencia de fe madurada en la adversidad de los cristianos en Polonia está marcada a fuego por la devoción y fervor en la relación filial con la Virgen María. El santuario de Czcestocowa es el corazón de Polonia, pero cada iglesia y cada monasterio reserva un puesto especialmente destacado a a la Virgen.
Continuando nuestro camino en tierras polacas, acompañado también de fr. Grzegorz Filipiuk que se desempeña como asistente para las capuchinas de parte de la provincia de Varsovia, hemos llegado al Monasterio de las Clarisas Capuchinas de Szczytno. Una comunidad alegre y espontánea,  bastante joven en su promedio de edad y con tantas iniciativas. 




Los orígenes de esta fundación se remontan a 1975, cuando las hermanas adquirieron una parcela de construcción a través de una persona laica, pero debido a que los tiempos no eran propicios para el desarrollo de la vida religiosa, solo se les concedieron permisos de construcción en 1987. La construcción tomó mucho tiempo, fue posible gracias a la generosidad de muchos benefactores nacionales y extranjeros. Gracias a esta ayuda, un hermoso monasterio se levantó y consiguió su autonomía en 1997. Desde entonces, la comunidad de Szczytno ha estado sirviendo a la Iglesia con su oración y su ofrenda cotidiana.
En la actualidad, la vida de las hermanas continúa con un ritmo religioso normal. Cada momento del día y la noche, santificados por la oración, y manteniéndose con el propio trabajo: hostias, confección de vestimentas litúrgicas, cultivo de un pequeño huerto para las propias necesidades y experimentando la generosidad de la Divina Providencia que no abandona a quienes en ella confían.





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