sábado, 3 de noviembre de 2018

peregrinando en POLONIA


Llegué a tierras polacas el día de la memoria liturgica de San Juan Pablo II, el 22 de octubre, un gesto de bienvenida a Polonia que la providencia ha reservado para mi primera vez en estas tierras.  Vine acompañado de fr. Wojciech, capuchino polaco que reside en Italia, y que me ayuda enormemente con el servicio de la traducción... Qué sería de mi sin la posibilidad de comunicarme! Gracias a Dios que siempre pone un ángel en mi camino para ayudarme, y en este caso no sólo en la traducción sino como un guardián personal que me acompaño toda la primera fase de la visita a la zona de Varsovia.
El primer monasterio visitado fue el mas alejado, a unas cuatro horas de Varsovia, en la cuidad de Ostrow Wielkopolski


El monasterio pequeño pero muy acogedor, nos recibió con la sorpresa de otro fraile capuchino profeso temporal que estaba ayudando a las hermanas en el trabajo de la huerta y el jardín por una semana. Hermanos y hermanas experimentamos la belleza de la comunión al vivir dos rostros del mismo carisma. La Comunidad esta compuesta por 13 hermanas y una joven postulante. A pesar de tener vecinos muy cerca y no mucho espacio, el barrio es tranquilo y silencioso, y en la pequeña capilla participa diariamente la gente en la Eucaristía por la mañana y en el rezo del Santo Rosario en la tarde. La confección de ornamentos litúrgicos es su principal sustento económico. 







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