viernes, 22 de marzo de 2019

Fundadores venerables


Fueron declarados Venerables la madre Giovanna del Espíritu Santo, fundadora de las Hermanas Franciscanas del Verbo Encarnado y mons. Francisco María de Francia, fundador de las Hermanas Capuchinas del Sagrado Corazón.

El 19 de marzo de 2019, el Santo Padre Francisco recibió en audiencia al Cardenal Angelo Becciu, Prefecto de la Congregación para las Causas de los Santos. Durante la audiencia, el Sumo Pontífice autorizó a la misma Congregación a promulgar el Decreto relativo a las virtudes heroicas de la Sierva de Dios Giovanna Francesca del Espíritu Santo (Luisa Ferrari), fundadora del Instituto de las Hermanas Franciscanas Misioneras del Verbo Encarnado. Ella nació en Reggio Emilia (Italia) el 14 de septiembre de 1888 y murió en Fiesole (Italia) el 21 de diciembre de 1984. La Congregación fue agregada a la Orden de Hermanos Menores Capuchinos el 23 de febrero de 1946.

En la misma fecha fue aprobada la publicaciòn del decreto de las virtudes heroicas del Siervo de Dios Francesco Maria Di Francia, Sacerdote diocesano, Fundador de la Congregación de las Hermanas Capuchinas del Sagrado Corazón; nació en Messina (Italia) el 19 de febrero de 1853 y murió en Roccalumera (Italia) el 22 de diciembre de 1913; El Instituto fue agregado a los Capuchinos el 1 de diciembre de 1915.

Luego del minucioso estudio de los historiadores y de los teólogos, el reconocimiento de las virtudes heroicas es un paso importante en el proceso de beatificación. 
Como Familia Capuchina nos alegramos con nuestras hermanas y continuamos orando por la beatificación de los que comenzaron la aventura evangelica en sus comunidades.


martes, 19 de marzo de 2019

Barcelona: madre fecunda



El monasterio de las Capuchinas de Barcelona fue fundado en 1599 por la venerable Angela Margarita Serafina Prat. Nacida en Manresa en una familia humilde, luego de enviudar se dedicó ampliamente a las obras de caridad y de oración con el acompañamiento de los Capuchinos recién llegados a Cataluña. Vistió un hábito similar a los capuchinos y agrupó a numerosas jóvenes con el deseo de intensa oración sumada a la actividad social y caritativa. Adornada de dones místicos extraordinarios y de virtudes ejemplares, su fama fue creciendo. Con el apoyo del rey y su esposa, fundó el monasterio de "Santa Margarita, la real". En 1602 Angela emitió la profesión según la fórmula de las Clarisas Capuchinas, e hizo traducir al catalán las Constituciones que observaban en Nápoles y Roma.
  


Con la fama de santidad de la madre Angela, rápidamente crecen las vocaciones y de este monasterio surgen las fundaciones de Gerona, Valencia, Zaragoza, Manresa y Mataró. Así mismo, se extenderán otros hasta poblar el territorio de España, llegando a la isla de Cerdeña y luego en América, fundando en México (1665), en Lima (1713) y en Guatemala (1725) con sus posteriores ramificaciones.

En el siglo XIX el monasterio entró en un largo período de adversidades, empezando por las ocupación napoleónica (1809) y luego sufriendo la fiebre amarilla (1821). En 1835  las monjas fueron exclaustradas, pero en 1844 pudieron volver, encontrándose con las dependencias conventuales dañadas debido a su utilización como cuartel. De nuevo exclaustradas  entre 1869 y 1877, se refugiaron en Mataró y cuando regresaron se encontraron el edificio tan afectado que lo pusieron a la venta para trasladarse fuera de la ciudad; en 1881 se establecieron en el nuevo edificio situado en el Camp de Galvany (Sant Gervasi). Así mismo, este convento fue afectado en 1909, con la destrucción del nuevo edificio y la profanación de los restos mortales de las religiosas. Seguidamente las monjas se desplazaron por diversos lugares hasta que entre 1911 levantaron un nuevo monasterio en la calle mayor de Sarrià, de donde fueron luego expulsadas en 1936, durante la guerra civil. Otra vez dieron vueltas por varios emplazamientos y en 1956 pudieron inaugurar una nueva sede. Ésta, a su vez, fue expropiada en 1989 en previsión a la celebración de los juegos olímpicos de Barcelona de 1992. 
Es así que el convento fue reedificado en el predio actual en la calle Pomaret, más moderno y pequeño, de acuerdo a las actuales necesidades, con una Capilla muy concurrida por la gente y un espacio autónomo de acogida para grupos de oración de laicos. En la actualidad la comunidad está compuesta de 6 hermanas.
El sufrimiento y la itinerancia de esta comunidad contrasta con la enorme fecundidad del desarrollo de las comunidades descendientes de ella, que llegan a más de un centenar!



viernes, 15 de marzo de 2019

Zaragoza: al atardecer lo que cuenta es el amor

Santuario Catedral de Nuestra Señora del Pilar

Zaragoza es una ciudad española de unos 700.000 habitantes, capital de la comunidad autónoma de Aragón. Se sitúa a orillas del río Ebro, y su más famosa iglesia es el santuario catedral de la Virgen del Pilar. La tradición popular dice que la Virgen María, en vida, se apareció aquí, a orillas del río Ebro, para alentar al apóstol Santiago y a los pocos discípulos que él había logrado convertir.


Las Clarisas Capuchinas fueron fundadas desde Barcelona, en 1614. Entre las primeras hermanas se cuenta a la beata María Ángela Astorch, que llegó con 21 años como joven maestra de novicias. Más adelante fue elegida abadesa. De este monasterio luego se fundaron Murcia, Huesca, Calatayud, Palma de Mallorca, Caspe, Sevilla.

Beata María Angela Astorch
Luego de habitar diversos lugares a lo largo de la historia, la comunidad se asentó en el actual predio en la zona de Valdefierro, construyéndose un monasterio bastante moderno finalizado en los años 50.
Hace unos pocos años atrás, considerando el número de hermanas y la gran amplitud del monasterio y del predio, las hermanas consiguieron dividir su edificio y ofrecer medio convento para la realización de obras de asistencia para los más necesitados. Es así que los Hermanos Franciscanos de la Cruz Blanca asumieron dos obras en este espacio: un hogar de ancianos y un hogar para personas con discapacidad.





vista del hogar para ancianos desde el huerto de la clausura
La Comunidad actual está compuesta de 14 hermanas, provenientes de varios otros monasterios que se han cerrado. Han adaptado las instalaciones de forma adecuada para sus necesidades de limitaciones físicas y enfermedades. Con ánimo generoso y espíritu de fe aceptan este "atardecer" sabiendo que los colores que le dan belleza a los atardeceres vienen del amor mutuo con que se acompañan y sostienen.



jueves, 14 de marzo de 2019

Caspe, memoria y presencia


Caspe es una pequeña ciudad de la provincia de Zaragoza, en la comunidad autónoma de Aragón, en el este de España.  En 1696 se inició la presencia de las Clarisas Capuchinas aquí, llamando al Monasterio "La venida de la Virgen del Pilar". En sus más de 300 años han acompañado a este pueblo en todas sus vicisitudes, especialmente en los momentos más difíciles como las invasiones napoleónicas de principios del siglo XIX o la última guerra civil española en el siglo XX.



En 1809 tuvieron que abandonar el convento por la amenazas de las tropas francesas y refugiarse en varios lugares, solo volvieron establemente en 1813. Durante varias oleadas en este siglo se ordena la supresión de los monasterios, excepto de aquellas monjas dedicadas a la enseñanza. Por este motivo, abren una escuela que brindará el servicio del magisterio en un amplio período.
En cambio, durante la guerra civil española el convento fue destruido casi completamente. Un pequeño grupo de monjas permaneció en una mínima parte de restos del monasterio. Todo fue quemado y hecho escombros. La misma imponente iglesia parroquial de Santa María la mayor fue quemada, zaqueada y destruída. Una vez concluida la guerra, lentamente comenzó la reconstrucción y en 1952 se terminó el actual monasterio y la Iglesia, conservando un estilo clásico, pero más funcional y pequeño que los grandes conventos antiguos.

Templo parroquial Santa María la Mayor de Caspe
Interior de la iglesia del monasterio

La Virgen del Pilar
Hoy la comunidad está compuesta por 4 hermanas españolas y 5 mejicanas que llevan aquí más de 20 años, con una muy buena integración. Diariamente un significativo grupo de laicos acompañan la celebración de la Eucaristía y la liturgia en la Iglesia.