sábado, 26 de noviembre de 2022

Retiro con las Capuchinas de Bolivia y de Argentina

Las mujeres del alba: ejercicios espirituales con las Capuchinas de Cochabamba, Bolivia y de Villa Elisa, Argentina.

Las ultimas dos semanas del mes noviembre de 2022, hemos compartido y motivado los ejercicios espirituales anuales de las hermanas Clarisas Capuchinas del Monasterio de “Jesús Crucificado” en la ciudad de Cochabamba, Bolivia, y del Monasterio “Santa Clara” de la localidad de Villa Elisa, en La Plata, Argentina.

El tema de meditación corresponde al horizonte inspirador de la Conferencia de Religiosos y Religiosas de Latinoamérica y el Caribe (CLAR) para el presente trienio: “las mujeres del alba”. Nuestra atenta mirada se detuvo en los relatos evangélicos de la resurrección, y en la experiencia de las mujeres que acudieron al sepulcro en la madrugada pascual. A partir de ellas, fuimos considerando otras tantas mujeres discípulas del Señor, que lo acompañaron en su camino: María y Marta de Betania, María de Magdala y numerosos encuentros con mujeres a lo largo del Evangelio. 



Por las tardes, la propuesta fue ejercitarnos en los pasos propuestos por Santa Clara de Asís delante del espejo de Jesucristo: mira, considera, contempla. Clara, como otra mujer del alba, testimonia un camino personal de encuentro con el Resucitado y traza un pequeño método para ejercitarnos en la contemplación.

En clima de fraternidad y sencillez, refrescados por el encuentro con la Palabra de Dios y el rostro de Cristo, emprendemos nuevamente el movimiento ordinario de nuestra vida donde el Reino es semejante a una mujer que amasa esperando todo fermente, a una virgen prudente que prevé el combustible para la luz de su lampara. El Reino es una pobre viuda perseverante que insiste sin cansarse, una vecina que comparte con sus amigas la alegría de reencontrar aquello perdido.




jueves, 17 de noviembre de 2022

21 de noviembre: Jornada de la Vida Contemplativa

 En concurrencia con la fiesta de la Presentación de la Virgen María en el Templo, la Iglesia propone el 21 de noviembre como JORNADA "PRO ORANTIBUS", día para destacar la misión de las hermanas contemplativas, quienes se dedican principalmente a la vida de oración y a sostenernos con su intercesión. 

Queridas hermanas contemplativas, ¿qué sería de la Iglesia sin ustedes y sin cuantos viven en las periferias de lo humano y actúan en la vanguardia de la evangelización? La Iglesia aprecia mucho su vida de entrega total. La Iglesia cuenta con su oración y con su ofrenda para llevar la buena noticia del Evangelio a los hombres y a las mujeres de nuestro tiempo. La Iglesia las necesita.

No es fácil que este mundo, por lo menos aquella amplia parte del mismo que obedece a lógicas de poder, de economía y de consumo, entienda la especial vocación de ustedes y su misión escondida, y sin embargo la necesita inmensamente. 
Como el marinero en alta mar necesita el faro que indique la ruta para llegar al puerto, así el mundo las necesita a ustedes. Sean faros, para los cercanos y sobre todo para los lejanos. Sean antorchas que acompañan el camino de los hombres y de las mujeres en la noche oscura del tiempo. Sean centinelas de la aurora (cf. Is 21,11-12) que anuncian la salida del sol (cf. Lc 1,78). 
Con su vida transfigurada y con palabras sencillas, rumiadas en el silencio, indíquennos a Aquel que es camino, verdad y vida (cf. Jn 14,6), al único Señor que ofrece plenitud a nuestra existencia y da vida en abundancia (cf. Jn 10,10). Como Andrés a Simón, grítennos: «Hemos encontrado al Señor» (cf. Jn 1,40); como María de Magdala la mañana de la resurrección, anuncien: «He visto al Señor» (Jn 20,18). Mantengan viva la profecía de su existencia entregada. No teman vivir el gozo de la vida evangélica según su carisma.
Papa Francisco, Vultum Dei Quaerere 6.