18 de noviembre 2017, Detroit, Estados Unidos. Beatificación del hermano Francisco Solano Casey, capuchino
Francisco Solano Casey: Una vida feliz, a pesar de ...
"La humildad del hermano
Francisco es el rasgo de su vida que más impresiona. Estamos asombrados de
cómo, frente a la negación de ejercer plenamente el ministerio sacerdotal, la
docilidad al Espíritu haya generado una existencia realizada, bella, plena. El
hermano Francisco aceptó la realidad, que sin duda se presentó a veces dura,
especialmente cuando tuvo que soportar la comparación de los que lo
consideraban un sacerdote de serie B. Esto no fue impedimento para asumir e
integrar el límite que su historia vocacional le ponía delante. Él no impugnó
una decisión que podía y puede parecer contraria a la dignidad de una persona,
la acogió pasándola por el crisol de la fe en Jesús, Señor Crucificado y
Resucitado. El crisol purificó las consideraciones humanas y dotó al hermano
Francisco de un enraizamiento profundo en la persona de su Señor, donde nuestra
humanidad encuentra paz y felicidad. Esta condición creó en el hermano
Francisco un corazón capaz de consolar, sostener, acompañar el dolor y el drama
de tantas personas."
fr. Mauro Jöhri, carta circular del 1 de noviembre de 2017.
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