sábado, 19 de octubre de 2019

En Tanzania, celebrando a San Francisco

vista de la montaña Kilimanjaro desde el monasterio
Tanzania es una nación del este de África, limítrofe con el sur de Kenia. Si bien el ingles esta muy difundido desde el tiempo de la colonia británica, su lengua es el swahili.
Tres hermanas Capuchinas de la Tercer Orden Regular de San Francisco fundaron su presencia en Tanzania hace unos 50 años, provenientes del monasterio de Gerlisberg, Lucerna, Suiza.
El lugar se llama Maua, ubicado en la selva montañosa de la región del monte Kilimanjaro, zona natural protegida por las leyes del estado. Los capuchinos suizos fundaron una misión católica y educativa aquí e invitaron a las hermanas. El proyecto fue bendecido rápidamente con vocaciones y creció permanentemente en todos estos años.




Hoy las hermanas son unas 100 profesas más unas 30 en formación como aspirantes, postulantes y novicias. Están repartidas en diversas casas filiales del monasterio, que a su vez tienen su superiora local dependiente de la superiora mayor.
Hemos visitado a las hermanas junto a la madre María José Cano, presidenta de España y la hermana Lilian Mituso, quien prestó el imprescindible servicio de la traducción al swahili. Luego de un largo viaje por tierra desde Nairobi a Moshi, las hermanas nos llevaron hasta Maua.
El monasterio cuenta con una amplia casa para ejercicios espirituales, huerta y frutales, animales, tanto para el consumo interno, para la casa de retiro y para la venta en el mercado como medio de subsistencia.
Algunas de las hermanas prestan el servicio de catequistas en las escuelas cercanas. Ellas siguen según su tradición la clausura constitucional, es decir que a la principal misión contemplativa unen otras tareas apostólicas como la acogida de retiros, la enseñanza o la asistencia sanitaria.










Hemos visitado además dos de las  casas dependientes: Emaús, en Sanya Juu, cercana a la cuidad de Moshi donde funciona un centro de formación de agentes pastorales. Allí se forman los catequistas y lideres de las  comunidades cristianas por varios meses en el año con régimen de internado. Tienen también diversas obras sociales como dispensario sanitario, clínica oftalmológica con quirófano incluido, centro de análisis de sangre, etc. Funciona aquí la etapa formativa del aspirantado.
 Y la comunidad de Arusha, ubicadas en esta importante ciudad, se levanta en el espacio del terreno donde existe una parroquia y la casa del obispo. Aquí ofrecen hospitalidad para realizar retiros y acompañan la formación de la etapa del postulantado. Mientras en  Maua se realiza la formación del noviciado y el tiempo de profesión temporal.
De vuelta en Maua, hemos podido compartir la fiesta de San Francisco juntos capuchinos y capuchinas, con danzas y cantos hermosos en swahili, con los típicos gritos de alegría que siguen resonando en la espesura fecunda de la selva en honor del pobre que con su humildad sembró de Evangelio el mundo entero.



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