martes, 29 de agosto de 2017

Milange, Mozambique


Milange está ubicada en la zona central de Mozambique, en la provincia de Zambezia, a unas 4 horas de camino de Quelimane, ciudad capital de la provincia, y a pocos kilómetros de la frontera limítrofe con Malawi.  Es una pequeña ciudad, alejada de la capital, que ha crecido los últimos años.

Las Clarisas Capuchinas Sacramentarias han llegado aquí hace 13 años. Los primeros 5 años no recibieron vocaciones para conocer bien el ambiente y la cultura. El grupo fundador fue compuesto por 2 hermanas mozambicanas que se formaron en Italia en el monasterio de Cesena, y 4 hermanas mexicanas, del monasterio de Lagos de Guadalupe, Estado de México.
Hoy la comunidad está compuesta por 18 hermanas, de las cuales 6 son profesas perpetuas, 7 profesas temporales, 3 novicias y 2 postulantes. El Señor va bendiciendo la comunidad con numerosas jóvenes con el deseo de consagrarse.




Una característica particular del monasterio es la “Casa Santa Verónica”, una residencia para jóvenes aspirantes donde tienen la ocasión de terminar los estudios secundarios y discernir su vocación. Actualmente son un grupo de alrededor de 20 jóvenes, que se organizan en todos los detalles de la vida diaria: cocina, limpieza, lavado, etc… con el objetivo principal del estudio. Es un servicio que la fraternidad da la sociedad, y a la vez es el espacio desde el cual algunas jóvenes maduran su deseo de ingresar al monasterio.

La liturgia se ve embellecida con cantos y bailes propios de la cultura y la adoración eucarística va creciendo en la conciencia de los fieles católicos del lugar. Una experiencia rica de dialogo cultural que va creando comunión y fraternidad, al servicio de la Iglesia misionera.





lunes, 21 de agosto de 2017

Addis Abeba


Etiopía se encuentra en el interior oriental del continente, en la zona del llamado “cuerno” de África, por su figura en el mapa. Es un país muy poblado y de mucha historia y tradición cristiana. De hecho, es el primer reino que se convierte al cristianismo. La Iglesia Cristiana Ortodoxa tiene una fuerte raíz en la cultura y tradición. También los católicos siguen el rito oriental antiguo, son una Iglesia oriental en comunión con Roma. Un largo conflicto con Eritrea, país vecino, mantiene una cierta tensión política entre las dos naciones.






Las Capuchinas llegaron a Addis Abeba, capital de Etiopia, hace 20 años, provenientes del Monasterio de Asmara, Eritrea. Si bien la situación política ha jugado en contra, han podido establecerse y comenzar una pequeña experiencia de vida contemplativa. La providencia, con la intercesión e santa Clara, le ha conseguido un lugar inmejorable en plena ciudad, amplio y lleno de verde, donde pueden hasta tener animales para el sustento.



Actualmente son tres hermanas, una de ellas profesa temporal nacida en el país. Esta fundación depende del monasterio de Asmara, que tiene la responsabilidad de continuar enraizando el carisma en la larga historia cristiana de la nación etiópica.

Una bella realidad es la participación de numerosos jóvenes que vienen a rezar al monasterio en diversos períodos del año. Muchachas y muchachos oran fervorosa y prolongadamente, y las hermanas brindan el espacio y acompañan desde sus posibilidades.




Capuchinas en Benín




La República del Benín se encuentra en la costa occidental del continente africano, sobre el océano Atlántico. Su capital administrativa es Cotonou, la ciudad más poblada y desarrollada, pero formalmente su capital política es Porto Novo. El idioma es el francés, junto a diversas lenguas nativas. La historia del país está marcada profundamente por el período colonial. Aquí se encontraba uno de los principales puertos del tráfico de esclavos hasta 1850. Se calcula que han arribado a destino como esclavos más de 8 millones de habitantes nativos del Benín, número que se multiplica al contar los muchos más que murieron en el camino. Un monumento, llamado “puerta del no retorno” recuerda este horror de la humanidad.



Las hermanas Clarisas Capuchinas arribaron a esta tierra en 1993, hace casi 25 años, provenientes de Italia, del monasterio de Mercatello, casa natal de Santa Verónica Giuliani. Un primer tiempo se establecieron en Cotonou, a lado del convento de los capuchinos. Luego, se trasladaron ya a un monasterio propio en las afueras de Zinivie, a una hora y media de viaje de Cotonou. Allí pudieron construir su convento, una bella iglesia y están aún terminando una casa de acogida para ejercicios espirituales.






La comunidad está compuesta actualmente por 19 hermanas, de las cuales tres son italianas y el resto nativas, varias de ellas ya profesas perpetuas. Una hermosa característica de la fraternidad es la celebración de la liturgia con instrumentos y bailes propios de la cultura, adaptados a los diversos momentos celebrativos, al canto de los salmos y oraciones. Además, producen jabones, cremas y diversos productos de limpieza y medicinales que ofrecen a la venta.




La vida contemplativa se desarrolla aquí compartiendo la fe con la gente del pequeño pueblo y acogiendo a tantas personas deseosas del encuentro con Dios que vienen a hacer retiro y rezar. El rostro africano del carisma clariano se perfila como un don para toda la familia capuchina.


martes, 8 de agosto de 2017

11 de agosto: Fiesta de Santa Clara de Asís

"El Dios que dijo: «Brille la luz del seno de las tinieblas», la ha encendido en nuestros corazones, haciendo resplandecer el conocimiento de la gloria de Dios, reflejada en el rostro del Mesías. Pero este tesoro lo llevamos en vasijas de barro, para que se vea que esa fuerza tan extraordinaria es de Dios y no viene de nosotros." 
Efesios 4,6, lectura de la Misa de la Solemnidad de Santa Clara

viernes, 4 de agosto de 2017

ORACION A SANTA CLARA



ORACION A SANTA  CLARA
preparando su fiesta del 11 de agosto

Clara, la de los ojos limpios,
ilumina  nuestra mirada.
Ayúdanos a abrir el corazón
al misterio que nos envuelve,
para descubrir en los pliegues
de las personas y de las cosas,
la Presencia de Jesús.
Ayúdanos a abrir los oídos del alma
para escuchar con profundidad
la realidad que nos rodea.
Ayúdanos a hacer silencio de palabras
para que hablen nuestras manos
en el servicio y la entrega a los demás.
Clara, hermana y madre,
te pedimos que nos ayudes a crecer
en confianza y esperanza,
en fidelidad al Evangelio,
y en el amor a Jesús y a los hermanos. Amén.