La posibilidad de una fundación de Clarisas
Capuchinas
en Paraguay
La
custodia de los Capuchinos de Paraguay ha celebrado 30 años del inicio de la
presencia capuchina en estas tierras. Desde hace algunos años se ha comenzado a
hablar informalmente de la posibilidad de “completar” la implantación del
carisma con la fundación de un monasterio de las hermanas Clarisas Capuchinas.
A nivel
de las hermanas, hace años atrás se dialogó esto en la federación de América
del Sur y últimamente en la Asamblea de la Confederación de América,
mostrándose siempre favorables.
El día 23
de julio de 2018, el hermano Laercio Ferreira, Custodio de los Capuchinos en
Paraguay, el hermano Miguel, consejero de la Custodia, y el hermano Leonardo
González, delegado del Ministro general para las monjas capuchinas, hemos
visitado el Monasterio “Santísimo Sacramento” de las Hermanas Clarisas, en San
Juan Bautista, diócesis de Misiones, a 190 km de Asunción.
En este
Monasterio permanece sólo una hermana, sor Serafina, luego de la muerte de una
hermana anciana hace poco tiempo. El monasterio tiene 40 años de vida, pero no
ha tenido desarrollo vocacional. Está muy bien ubicado, a pocas cuadras de la
plaza y la catedral, en un lugar tranquilo y con suficiente terreno en torno.
La estructura de construcción es buena, con todos los elementos propios de un
monasterio, con una iglesia sencilla y bien dispuesta. La gente participa de la
misa dominical.
La
estructura interior si bien está afectada por el paso de los años, está
bastante bien. En la parte externa está la portería con torno, un par de
locutorios, una casita de huéspedes, un salón de acogida. En estos lugares
actualmente viven personas laicas.
En la
clausura son tres grande bloques comunes: comedor, cocina y despensa, luego
oficinas de trabajo, y al final lavadero, sumado a una enfermería más cercana a
la capilla. Las habitaciones estas dispuestas como eremitas independientes en
torno a un jardín, cada una con su baño, no muy lejanas una de otra. Todo el
conjunto necesita de manutención y mejoras, pero es una base buena. El terreno
es amplio, 4 hectáreas, con zona de cultivo, algunos animales y jardín.
Hemos
dialogado largamente con la hermana Serafina, que luego de contarnos la historia
de la fundación y el desarrollo de la misma, las dificultades y tensiones, se
mostró favorable a la continuidad de este lugar como monasterio contemplativo,
con la llegada de nuevas hermanas Clarisas Capuchinas que podrían ocuparlo y
desarrollar su vida con los cambios convenientes. Ella, dada su edad y salud,
quisiera permanecer haciendo vida de ermitaña en un rincón del mismo, sin
interferir.
Luego nos
hemos reunido con el Señor Obispo de Misiones, Mons. Pedro Collar, quien ha
acogido en forma favorable esta idea, valorando la posibilidad de encontrar una
solución eclesial a la realidad actual del monasterio, con respeto y paciencia.
Está en proceso de estudio encargado a un sacerdote de la diócesis clarificar
la situación canónica del monasterio y también la situación civil de la
propiedad que ocupa.
Una
comunidad de Clarisas Capuchinas, contando con la base de un lugar para vivir y
desarrollar su estilo contemplativo contarían con el apoyo solidario de la
gente del lugar, con posibilidades de trabajo, con el servicio de la Eucaristía
diaria de parte de los sacerdotes diocesanos y con la asistencia al menos
mensual de los Capuchinos para las confesiones, jornada de retiro, formación o
acompañamiento espiritual.
El Señor
Obispo augura también, que si se concreta la llegada de las Capuchinas, también
los Capuchinos vengan a su diócesis.
De esta
visita y reuniones vemos que podría ser viable la presencia de Clarisas
Capuchinas en este lugar concreto. Encomendamos
este deseo y las posibilidades abiertas a la Virgen de Caacupé, madre del
pueblo paraguayo.