lunes, 28 de enero de 2019

Diálogo intercultural, a 8 siglos del encuentro entre San Francisco y el sultán

encuentro con el sultán, mosaico de p. Marko Rupnik en  el santuario del P. Pio de san Giovanni Rotondo

2 de febrero: Jornada mundial de la Vida Consagrada

Una vez más, la Jornada mundial de la Vida Consagrada, nos encuentra en camino de comunión como familia espiritual. Nuestra Familia Capuchina, en su diversidad de manifestaciones y ministerios, encuentra su punto de comunión en una rica espiritualidad sustentada en nuestras relaciones recíprocas a lo largo de la historia y que estamos llamados a continuar.
La fiesta de la Presentación del Señor es llamada también “fiesta del encuentro", sobre todo en Oriente. En ella “Jesús viene a nuestro encuentro y nosotros al suyo” y por eso “los consagrados y consagradas están llamados a ser hombres y mujeres de encuentro" como ha señalado el papa Francisco. 

2019: dos centenarios significativos para el diálogo intercultural e inter-religioso

Dos hechos históricos proyectan un eco particular sobre este año que apenas iniciamos: se cumplen 800 años del encuentro de San Francisco con el sultán al-Malik al-Kamil en Damieta y 400 años de la muerte de San Lorenzo de Brindis. Dos centenarios significativos, que ponen de relieve el carisma de la fraternidad evangélica como diálogo y respeto de la diferencia, al servicio de la cultura del encuentro. Seguramente tendremos ocasiones de profundizar estas perspectivas y de celebrar lo que el Espíritu del Señor continúa operando entre nosotros en el plano del dialogo inter-religioso e inter-cultural.

Familia Capuchina 

Recogeremos las resonancias de estos dos centenarios en la Jornada de la Familia Capuchina, el 3 de julio. Como cada año nos espera este encuentro con el que buscamos recordarnos nuestra pertenencia espiritual y reavivar nuestras relaciones recíprocas en los diversos niveles: general, regional y local. Les acercaremos las informaciones oportunamente, pero desde ahora sería bello señalar esta cita en las agendas y programas de cada instituto y de cada comunidad.
Quiera Dios que en este 2019 acojamos las ocasiones de continuar y hacer crecer los encuentros que fortalecen nuestra identidad y alimentan nuestro sentido de pertenencia.




jueves, 17 de enero de 2019

San Pedro de Macorís


San Pedro de Macorís está situada en el sureste de la República Dominicana, a unos 87 km de Santo Domingo. En sus orígenes fue fundada como una pequeña aldea de pescadores se transformó con el tiempo en unas de las ciudades dominicanas más productivas, especialmente en la explotación de la caña de azúcar.


Las hermanas Clarisas Capuchinas fundaron su comunidad en el año 2000, provenientes del monasterio de León, en México. Llamaron su monasterio "del Monte donde Dios provee y de San Francisco de Asís".
Se ubicaron en la periferia de la ciudad, en ambiente rural, a unos 500 metros del seminario diocesano, en terrenos del mismo obispado. Si bien no están lejos de la población, el acceso al monasterio es un poco dificultoso por los caminos malos y la falta de una buena señalización. Por eso es un gran desafío el darse a conocer para no quedar aisladas.




Hace unos años están trabajando en el proyecto de construir su Capilla para mejor acoger a la gente en las celebraciones, ya que al día de hoy sólo cuentan con un pequeño oratorio provisorio.
La comunidad actual está compuesta por 6 hermanas mexicanas, que asumieron el compromiso de ser sostén de la Iglesia en este lugar. Esperan continuar la animación vocacional para despertar vocaciones para la vida contemplativa.





San Juan de la Maguana en República Dominicana



San Juan de la Maguana es una ciudad ubicada en la parte occidental de la República Dominicana a unos 180 km de su capital, Santo Domingo. Las hermanas Clarisas Capuchinas arribaron para la fundación del monasterio el 5 de diciembre de 1979, provenientes de varios monasterios de España. Es decir que este año celebrarán 40 años de presencia!
El monasterio está dedicado a Santa Clara, y evidentemente llevó bastante tiempo para su construcción, mientras las hermanas vivían en una pequeña casita. Está ubicado en la periferia de la ciudad, en ambiente rural pero con algunos vecinos cercanos y lindante con una casa de encuentros que pertenece a la diócesis.



Una de las hermanas españolas ya fallecida, ha realizado unos estupendos mosaicos de piedras y cantos rodados del propio terreno que ofrecen su maravillosa belleza en la iglesia.
Actualmente la comunidad está compuesta de 4 hermanas españolas, 5 hermanas dominicanas y una postulante cubana.