“En memoria de la promesa de san Francesco a santa Clara y a las hermanas pobres de San Damián, debemos tener siempre diligente cuidado y especial solicitud por nuestras hermanas de la Segunda Orden, que en la vida contemplativa, ofrecen cotidianamente el sacrificio de alabanza buscando en la soledad y en el silencio la unión con Dios, y dilatan a la Iglesia con una secreta fecundidad apostólica. Estemos igualmente unidos, con fraterno afecto, a aquellos institutos religiosos vinculados espiritualmente a nuestra Orden”.[1]
De un modo particular, este diligente cuidado y fraterno afecto se hicieron concretos a nivel general de la Orden con la creación en 1970 de la Oficina de Asistencia a las Capuchinas y a los Institutos agregados, con un hermano Delegado del Ministro general para este encargo. Posteriormente esta oficina fue confirmada en las Ordenaciones de los Capítulos generales[2]. Los objetivos y competencias de la misma están claramente consignados en el Reglamento de la Curia general[3].
Hermanas contemplativas Capuchinas
Las Monjas contemplativas que están ligadas a nuestra Orden pertenecen a
cuatro grupos diversos: las Clarisas Capuchinas, las Clarisas Capuchinas
Sacramentarias, las Clarisas de Adoración Perpetua y las Capuchinas de la
Tercer Orden de San Francisco. Solo algunos monasterios de las Clarisas
Capuchinas y de las Capuchinas de la Tercer Orden están asociados jurídicamente
a nuestra Orden de acuerdo al canon 614, y ciertamente todos mantienen una
asociación espiritual y carismática con los Capuchinos. Las Clarisas de
Adoración Perpetua en cambio, constituyen un Instituto de vida contemplativa
agregado a la Orden, conformando parte de nuestra familia espiritual de acuerdo
al canon 580.
Clarisas Capuchinas
La Orden de las
Monjas Clarisas Capuchinas[4]
bajo la Regla de las Hermanas Pobres escrita por Santa Clara y las
Constituciones postconciliares aprobadas en 1986, fue iniciada por la Beata
María Lorenza Longo con la fundación del monasterio de Nápoles en 1535, expandiéndose
rápidamente sobre todo en Italia y España. Hoy está la Orden presente en unas
23 naciones. Actualmente se cuentan 10 federaciones de Clarisas Capuchinas: 3
de ellas en México, 2 más en América (norte y sud), una en España, una en
Italia, una en Indonesia, una en Tailandia y una asociación en Centro Europa
(Polonia, Eslovaquia, Republica Checa). En Francia y Alemania, las hermanas
participan de Federaciones en conjunto con Clarisas y Clarisas Coletinas.
Capuchinas de Tailandia |
Dentro de las
Clarisas Capuchinas, algunos monasterios siguen la particular tradición de la adoración
perpetua del Santísimo Sacramento.[5]
Con esta tradición, es de destacar a las Clarisas Capuchinas Sacramentarias,
que fundadas como Instituto contemplativo por la madre María Ana Bernáldez
Herrera en 1890, siguen las mismas Constituciones pero mantienen usos y
costumbres propias, con una cierta autonomía. El carisma común de las Clarisas
Capuchinas es releído a partir de la espiritualidad eucarística. En México
constituyen una particular Federación del “Santísimo Sacramento” (que incluye 5
monasterios en Filipinas y uno en Italia) y en otras regiones están integradas
a las federaciones de Clarisas Capuchinas. Están presentes en 7 naciones, de 4 diversos
continentes.
Capilla de Adoración de las Cap Sacramentarias de Ecuador |
Clarisas de la
Adoración Perpetua
Las Clarisas de la Adoración Perpetua[6]
fueron fundadas en Troyes, Francia, el 8 de diciembre de 1854. Los fundadores
fueron el fraile capuchino Buenaventura Heurlaut y la madre María de Santa
Clara Bouilleveaux. Se consagran de manera particular a la Adoración del
Santísimo Sacramento solemnemente expuesto, siguiendo la regla de Santa Clara[7].
Las Constituciones propias son diversas de aquellas de las Clarisas Capuchinas,
si bien en tantos puntos similares. Actualmente están configuradas en tres
federaciones: la de Estados Unidos de América, la de Polonia (que incluye
monasterios de Francia y Austria) y la de India, Bangladesh y Kazajistán.
Clarisas de adoración perpetua de la India |
Capuchinas de la Tercer Orden de San Francisco
Se trata de un grupo de hermanas de vida contemplativa y monástica que
siguen la regla de la Tercer Orden Regular de San Francisco, y están ligadas desde
siglos a la reforma capuchina. En Suiza, casi
todos los antiguos conventos de terciarias franciscanas de los siglos XIV-XVI sobrevivientes
de la reforma protestante fueron transformados, bajo el influjo de los frailes,
en conventos de Capuchinas[8].
El primero fue el convento de Pfanneregg, bajo la guía del capuchino Ludwig von
Einsiedel en 1589. La llamada Reforma de
Pfanneregg[9]
promovida por Elisabeth Spitzlin se extendió a otros conventos de terciarias. Las Capuchinas de la Tercer Orden, si bien dedicadas
principalmente a la oración, también se han ocupado de recibir huéspedes, de impartir
el catecismo y por algún período, de la enseñanza en escuelas femeninas. Se
trata de hermanas contemplativas que adhieren a la llamada “clausura
constitucional”, regulada según su derecho particular en función del tipo de
servicio ofrecido al pueblo. Se han realizado tentativas misioneras en América
Latina y en África. En Tanzania, las hermanas se han desarrollado en vocaciones
y expandido en varios lugares. La Federación “Santa Clara” de Capuchinas de la
Tercer Orden [10]
nuclea 13 monasterios.
Capuchinas de la Tercer Orden de Suiza |
[1] Constituciones OFMCap
101, 3-4.
[2] Cf. Ordenaciones de los
Capítulos Generales 8/13.
[3] Cf. Reglamento de la Curia
general art. 43, 20 de noviembre de 2020.
[4] En latín: Ordo Santae Clarae Capuccinarum, O.S.C.Cap.
[6] En latín: Ordo Monialium Clarissarum a Perpetua Adoratione, O.C.P.A.; también
conocidas por sus siglas en inglés Poor
Clares of Perpetual Adoration, P.C.P.A.
[7] Cfr. Constituciones de las
Clarisas de la Adoración Perpetua 5.
[8] En latín: Tertius Ordo
Regularis Sancti Francisci Capuccinarum, T.O.R.Cap.
[9] Cf. Lázaro Iriarte, Las Capuchinas
pasado y presente, Sevilla 1996, 77-81.
[10] Cf. Christian Schweizer, “Cappuccine” en Dizionario Storico della Svizzera, Berna.