viernes, 21 de septiembre de 2018

Confederación Internacional



 Una posible Confederación internacional


El II° Encuentro Internacional de Capuchinas, celebrado en México en el año 2016 ha encomendado a una pequeña Comisión de hermanas “estudiar la viabilidad de una Confederación Internacional de Capuchinas  y considerar las diversas experiencias de Confederaciones y  sus estatutos en vistas a la constitución de la misma.” La idea era “que luego esta Comisión pueda realizar una propuesta concreta a las Federaciones de Clarisas Capuchinas, incluyendo a las Asociaciones de las Clarisas de la Adoración Perpetua y a las Capuchinas de la Penitencia”.  Esta Comisión quedó compuesta por Hna. Lourdes García; Hna. Lilia Molina; Hna. Pilar Montoro y Hna. M. Clair Robin.

En estos dos años la Comisión ha prolongado su estudio, y con las nuevas normativas emanadas de la Vultum Dei Quaerere y de la Cor Orans, es clara que es una posibilidad real y animada por la Iglesia, y se ha madurado un texto base de un posible Estatuto que ahora se propone a todas las Federaciones para su estudio, con algunas preguntas concretas para realizar un discernimiento. 
En setiembre de 2018 se envía este texto a todas las federaciones, dando el plazo de un año para realizar el discernimiento con las consultaciones adecuadas. El texto de la carta y el material serán iluminados con las las reflexiones y el camino de estudio que la Comisión ha realizado. 




sábado, 15 de septiembre de 2018

palabras espontáneas del Papa


Discurso improvisado del Santo Padre

Hay aquí un discurso preparado, pero es demasiado formal para compartir con ustedes Capuchinos; será entregado al Padre General… Esto es lo oficial, pero prefiero hablarles así, desde el corazón. A ti [se dirige al neo-elegido Ministro general Fray Roberto Genuin] te deseo lo mejor: Eres el cuarto general que conozco. Antes he conocido a Flavio Carraro, con quien hemos sido compañeros en el Sínodo del '94; luego, a John Corriveau, que nos ha robado un buen Capuchino de Argentina para hacerlo Consejero, pero después me vengué y fue hecho Obispo [se ríe, se ríen]. Luego Mauro [Jöhri], un buen suizo , que ha llevado adelante las cosas con sentido común - buen sentido-, con sentido de lo concreto, de la realidad; y, como todos aquellos que saben hablar diversas lenguas pero también el dialecto, es uno que desciende en los detalles de la vida. Y ahora tú, el cuarto. Les deseo lo mejor [a él y a los nuevos Consejeros].
Esta mañana pensaba en ustedes. Hay una palabra que tú has dicho en tu discurso: en primer lugar los Capuchinos son "los frailes del pueblo". Es una característica de ustedes: la cercanía a la gente. Ser cercanos al pueblo de Dios, vecinos. Y la cercanía nos da la ciencia de la concreción, la sabiduría - es más que ciencia: es una sabiduría. Cercanía a todos, pero sobre todo a los más pequeños, a los más descartados, a los más desesperados. Y también a aquellos que se han alejado. Pienso en fray Cristóforo (personaje de “Promessi sposi” de Manzoni), al "vuestro" fray Cristóforo. Cercanía: esta palabra me gustaría que quedara en ustedes, como un programa. Cercanía al pueblo. Porque el pueblo tiene un gran respeto por el hábito franciscano. Una vez el Cardenal Quarracino (su antecesor como arzobispo de Buenos Aires) me decía que, en Argentina, a veces algún “mangiaprete” (anticlerical) dice alguna palabra vulgar a un sacerdote, pero nunca, nunca un hábito franciscano fue insultado, porque es una gracia. Y ustedes, Capuchinos, tienen esta cercanía: consérvenla. Siempre cercanos al pueblo. Porque son los frailes del pueblo.




Recientemente, en Irlanda [en Dublín], he visto su obra con los más descartadas y quedé conmovido. Y una hermosa palabra que ha dicho el Superior de aquella casa, el anciano fundador, fue: "Nosotros, aquí, no preguntamos de dónde vienes, quién eres: eres Hijo de Dios". Esta es una de las características. Entender bien a las personas, intuitivamente, sin condiciones. Tú entra… luego veremos. Y es un carisma de ustedes, la cercanía, consérvenlo.
Luego, otra cosa típica de los Capuchinos: son hombres capaces de resolver conflictos, de hacer la paz, con aquella sabiduría que viene precisamente de la cercanía; y sobre todo hacer la paz en las conciencias. Ese "aquí no se pregunta, aquí se escucha", que he dicho de ese Capuchino irlandés, ustedes lo ejercitan tanto en el sacramento de la Confesión y la penitencia. Ustedes son hombres de reconciliación. Recuerdo su Iglesia en Buenos Aires: tanta gente, de toda la ciudad, iba a confesarse allí. Porque estos te escuchan, te sonríen, no te preguntan cosas y te perdonan. Y esto no quiere decir ser "de manga ancha", no, esta es sabiduría de reconciliación. Conserven el apostolado de las confesiones, del perdón: es una de las cosas más bellas que tienen, reconciliar a la gente. Tanto en el sacramento, como en las familias: reconciliar, reconciliar. Y se requiere paciencia para esto, no palabras. Pocas palabras, pero cercanía y paciencia.
Y luego, otra cosa que he visto en su vida: la oración simple. Ustedes son hombres de oración, pero simple. Una oración de tú a tú con el Señor, con la Virgen, con los santos… conserven esta sencillez en la oración. Oren mucho, pero con esta sencillez. Hombres de paz, de oración sencilla, hombres del pueblo, hombres de la reconciliación. Así quiere la Iglesia que sean ustedes: conserven esto. Y con esa libertad y simplicidad que es propia de su carisma.
Les agradezco todo lo que hacen por la Iglesia, les agradezco mucho. Continúen así, continúen así… "a la capuchina"… [se ríen] ¡Gracias!




viernes, 14 de septiembre de 2018

El Papa da su mensaje a los Capuchinos




El 14 de setiembre, el Santo Padre ha recibido en audiencia a los miembros del Capítulo general de la Orden Capuchina, dirigiéndoles unas palabras espontáneas y cordiales, y consignando luego este mensaje preparado para la ocasión: 

¡Queridos frailes menores capuchinos!
Me siento grato por este encuentro, que me permite saludaros personalmente con motivo de vuestro Capítulo General. Doy las gracias al nuevo Ministro general, fray Roberto Genuin, expresándole mis mejores deseos de buen trabajo así como a su Consejo. En estos días de estudio e intercambio fraterno, habéis dedicado vuestra atención al tema "Aprended de mí... y encontraréis" (Mt 11:29), para identificar las perspectivas apostólicas y educativas que ofrecer a vuestros hermanos en todo el mundo. En efecto, además de la elección del nuevo gobierno de vuestra Fraternidad, habéis dedicado un espacio considerable a la Ratio Formationis Ordinis, documento importante para conducir a la persona consagrado al corazón del Evangelio, que es la forma de vida de Jesús, totalmente dedicada a Dios y al prójimo, especialmente a los últimos y a los marginados.
Siguiendo los pasos del Divino Maestro y el ejemplo de San Francisco, que encontrando a los leprosos encontró humildad y servicio, os esforzáis por vivir las relaciones y la actividad religiosa en la gratuidad, la humildad y la mansedumbre. Así, podéis realizar con gestos concretos y cotidianos la "minoridad" que caracteriza a los seguidores de Francisco. Es un don precioso y de gran necesidad para la Iglesia y para la humanidad de nuestro tiempo. Así actúa el Señor: hace las cosas simplemente. La humildad y la simplicidad son el estilo de Dios; y este es el estilo que todos los cristianos estamos llamados a asumir en nuestra vida y en nuestra misión. La verdadera grandeza es hacerse pequeños y servidores.



Con esta minoridad en el corazón y en el estilo de vida, dais vuestra aportación al gran compromiso de la Iglesia con la evangelización. Lo hacéis mediante la generosidad del apostolado en contacto directo con diferentes pueblos y culturas, especialmente con tantas personas pobres y que sufren. Os animo en este esfuerzo, que en el Capítulo general habéis compartido a nivel internacional, exhortándoos a no desanimaros ante las dificultades, entre ellas la disminución del número de frailes en ciertas zonas, sino a renovar cada día la confianza y la esperanza en ayuda de la gracia de Dios. La alegría del Evangelio, que fascinó irresistiblemente al “poverello” de Asís, sea la fuente de vuestra fuerza y ​​de vuestra constancia porque con la referencia a la Palabra de Jesús todo aparece con una nueva luz, la del amor providencial de Dios. Cada vez que acudimos a la fuente para recuperar la frescura original del Evangelio, surgen nuevos caminos, nuevos enfoques pastorales y métodos creativos que se adhieren a las circunstancias actuales.
Nuestro tiempo muestra signos de un evidente malestar espiritual y moral, debido a la pérdida de las referencias seguras y consoladoras de la fe. ¡Cuánta necesidad tienen hoy las personas de ser acogidas, escuchadas, iluminadas con amor! ¡Y qué gran tradición tenéis vosotros, los Capuchinos en la proximidad de todos los días a la gente, en compartir los problemas concretos, en la conversación espiritual y en la administración del Sacramento de la Reconciliación! No dejéis de ser maestros de oración, de cultivar la robusta espiritualidad, que comunica a todos el llamado de las "cosas de allá arriba".
En esto, seréis más convincente si también vuestras comunidades y estructuras manifiestan sobriedad y frugalidad, una señal visible de esa primacía de Dios y de su Espíritu de la cual las personas consagradas se comprometen a dar un testimonio límpido. En esta perspectiva, también la gestión transparente y profesional de los recursos económicos es imagen de una verdadera familia que camina en corresponsabilidad y solidaridad entre sus miembros y con los pobres. Otro aspecto importante de la vida de vuestras comunidades es la unidad y la comunión, que se realizan dedicando un amplio espacio a la escucha y el diálogo para fortalecer el discernimiento fraterno.
La historia de vuestra Orden está repleta de testigos valientes de Cristo y del Evangelio, muchos de los cuales proclamados santos y beatos. Su santidad confirma la fecundidad de vuestro carisma y demuestra las señas de vuestra identidad: la consagración total a Dios hasta el martirio, cuando es requerido, la vida sencilla entre la gente, la sensibilidad hacia los pobres, el acompañamiento espiritual como cercanía y humildad que nos permite acoger a todos. En el surco de este estilo de vida, caminad animados por un renovado celo para adentraros, con libertad profética y sabio discernimiento, por caminos apostólicos valientes y fronteras misioneras, cultivando siempre la colaboración con los obispos y los otros miembros de la comunidad eclesial.
Vuestra identidad carismática, enriquecida por la variedad cultural de vuestra familia religiosa, es más que nunca válida y constituye una propuesta atractiva para muchos jóvenes del mundo que buscan autenticidad y esencialidad. Que la fraternidad brille como un elemento calificativo de vuestra vida consagrada, alejando de vosotros toda actitud elitista, estimulándoos a buscar siempre el encuentro entre vosotros y con todos, especialmente con los muchos sedientos del amor misericordioso que solo Cristo puede ofrecernos.
¡Que el Señor os colme con sus gracias y, en el espíritu de San Francisco, proceded alegres y seguros, siempre conscientemente agradecidos de pertenecer al santo Pueblo fiel de Dios, y de servirlo con humildad! ¡Qué os acompañe la bendición apostólica que os imparto de todo corazón a vosotros, Padres Capitulares, y a toda vuestra Orden! Y por favor, no os olvidéis de rezar por mí. ¡Gracias!





jueves, 6 de septiembre de 2018

Sos lo que das


Libro-entrevista a fr. Mauro Jöhri

"Sei ciò che dai" es un pequeño libro que reúne tres entrevistas realizadas a fr. Mauro Jöhri, ex-ministro general Capuchino, donde resume la experiencia de vida religiosa, su visión de la Iglesia y el legado de su servicio de 12 años al frente de la Orden. 
Sus entrevistadores son tres reconocidos autores: el padre Antonio Spadaro, jesuita, director de la revista "Civiltà Cattolica"; el profesor Marco Bartoli, famoso especialista en historia de la Iglesia y en temas franciscanos, miembro de la Comunidad San Egidio; y el capuchino suizo Niklaus Kuster, estudioso de la espiritualidad franciscana.
Este libro quiere ser un regalo y homenaje de la fraternidad de la Curia general al Ministro saliente, y un modo de tomar entre las manos su experiencia para el futuro. Por ahora, sólo se ha publicado la versión italiana. Compartimos aquí sólo algunas de sus expresiones:

  • "La verdadera alegría surge del trabajo que cada uno está dispuesto a realizar sobre sí mísmo, del continuo cuestionarse, de la aceptación de la realidad así como se presenta... La realidad acogida con amor, también la más difícil como el sufrimiento o la exclusión, pueden transformarse en fuentes del gozo verdadero."
  • "Hay una afirmación que muy seguido comparto con los frailes: Tú eres lo que das. Si tú te das, creces. Pero debes hacerlo gratuitamente, para que el otro pueda crecer, y esto es el fundamento de la paternidad."
  • "Nuestro modo de evangelizar es amar a las personas. No anuncio, sino estima del otro sin segundas intenciones, en el pleno respeto del otro. Pero esto exige un camino interior: no se llega a estar en ciertas situaciones sin una grandeza de ánimo. Este es el camino de la formación."
  • "El desafío consiste en transformar una realidad multi-cultural en inter-cultural. Mientras se permanece en el plano multi-cultural, las culturas están una al lado de la otra. Tal vez se tocan, pero falta un intercambio profundo sobre las diferencias, sobre la riqueza de unos y otros."
  • "Me parece que la vida religiosa está todavía marcada por el modelo europeo, modelo signado de una cierta seguridad económica, donde todo está bastante garantizado. El riesgo es que terminemos por asumir un estilo de vida alejado de la gente común."
  • "Constato la presencia de continuas tensiones entre un modo muy tradicional de entender y encarnar el catolicismo y otro que desea dialogar abiertamente con el mundo de hoy para encontrar puntos de contacto. El problema no es la diversidad de visiones o posiciones, sino la falta de diálogo entre ellas." 

lunes, 3 de septiembre de 2018

Fr. Roberto Genuin, sucesor de san Francisco


El Hermano Roberto Genuin perteneciente a la provincia de Venecia, Italia, fue electo Ministro general de la Orden de Frailes Menores Capuchinos.