Proyecto
internacional de formación en Roma
En el monasterio “Corporis Christi” de Roma se desarrolla el
proyecto internacional de formación de las contemplativas Capuchinas. El 21 de
abril se ha realizado un encuentro de evaluación del camino de esta experiencia
de estudio de espiritualidad franciscana y de convivencia intercultural.
Utilizando la metodología de análisis llamada FADO
(fortalezas, amenazas, debilidades, oportunidades, conocida también por su
sigla en inglés SWOT), hemos compartido la riqueza única de esta experiencia de
formación. El grupo de las estudiantes está conformado por una hermana en su
segundo año, cinco en su primer año, dos recién llegadas para aprender la
lengua italiana, al que hay que agregar otras hermanas que ya están aprendiendo
el italiano en diversos monasterios. Junto a la hermana Martha Campos, que en
el servicio de directora de estudios coordina los pormenores de este proyecto.
Las principales fortalezas
en la experiencia de las hermanas son: el deseo de conocer más sobre las
fuentes del carisma, el interés por entender la historia y el desarrollo de la
Orden, la vivencia de la Comunidad local, el apoyo de las hermanas mayores, la
fraternidad entre las estudiantes, el conocimiento de las diferentes costumbres
y modos de vivir la vocación, el conocimiento de la familia franciscana,
hermanos capuchinos y hermanas de vida activa, el sostén del ritmo de oración
de la Comunidad, la Eucaristía diaria y los momentos de oración personal.
Entre las debilidades
experimentadas en este tiempo, las más importantes son, las dificultades con la
lengua italiana, que impiden una buena expresión de las ideas, aunque ya han
avanzado en captar y entender casi todo lo que se brinda en las clases, se hace
difícil expresarse adecuadamente, ya sea por escrito u oralmente, sumado al cansancio
físico y mental en tiempos de exámenes que provoca cierta fatiga también en el
ritmo de oración y servicios, y a el cambio climático, de alimentación y de
costumbres.
Las oportunidades que
este tiempo brinda a las hermanas son muchas, tal vez la lista más larga. Entre
las más mencionadas son la posibilidad de tener una visión más amplia de la
Orden y de la familia capuchina, el enriquecerse personalmente para luego
enriquecer la comunidad de origen, aprender cosas positivas de las diversas
culturas y modos de vivir como capuchinas, conocer Italia, su lengua, su
cultura e historia, profundizar en cada una la espiritualidad, la
contemplación, y valorizar la propia vocación.
Entre las amenazas,
en el sentido de peligros o tentaciones que se presentan, las más destacadas
son el ceder al cansancio perdiendo de vista la riqueza de la oportunidad única
de este tiempo, el peligro de caer en un activismo con mucho estudio, mucho
tiempo ocupado y poca disponibilidad para el servicio, las relaciones fraternas
o el descuido de la vida espiritual, que pueden llevar a desanimarse. Tentaciones
a las que hay que estar siempre atento para no caer en ellas.
Esta forma de compartir y dialogar sobre la propia experiencia
es de gran riqueza, y ayuda incluso como herramienta para en el futuro al
trabajar en la formación inicial o en la animación de una comunidad.